domingo, 15 de noviembre de 2009

De Izquierda y derecha

…Debemos, por consiguiente, interrogarnos acerca de la naturaleza del socialismo. Saber que es hoy. O saber, tal vez, que es hoy la izquierda… …En las páginas finales de su libro sobre la derecha y la izquierda, Bobbio ofrece algo que denomina su “testimonio personal”… de este modo, la primera y absoluta convicción que tiene Bobbio sobre el hombre de izquierda es su incapacidad para tolerar la desigualdad. Esta incapacidad es la suya y explicita, entonces su “malestar frente al espectáculo de las enormes desigualdades, tan desproporcionadas como injustificadas, entre ricos y pobres, entre quien está arriba y quien está abajo en la escala social, entre quien tiene el poder, es decir, la capacidad para determinar el comportamiento de los demás, tanto en la esfera económica como en la política e ideológica, y quien no la tiene”.

Si nos proponemos partir de elementos sencillos pero, a la vez, contundentes, diríamos que lo que diferencia al hombre de izquierda del hombre de derecha es este “malestar” que menciona Bobbio. El mundo, tal como es, resulta intolerable para el hombre de izquierda. Y si esto es así es porque el hombre de izquierda tiene una aguda sensibilidad (cualidad que lo ennoblece) para percibir las desigualdades. El hombre de derecha, por el contrario, es siempre un “justificador” del estado de las cosas. O las ve como inmodificables, como leyes de un sistema inapelable, o –lo que implica otra faceta de la misma actitud- desarrolla una praxis que tiende a la preservación del estado de las cosas, incluso, en general, por medio de la profundización de los niveles de desigualdad.

Tomemos un ejemplo. Como suele tratar la derecha el problema de la inmigración? Asépticamente dictamina que la cuestión inmigratoria se produce y se agrava por la característica que tienen las economías de libre mercado de generar desempleo. Y, claramente, desliza la culpa social a los inmigrantes, quienes vendrían a entorpecer una de las “facetas” de la economía de mercado. La derecha, en suma, da como “estado natural” la economía de mercado, no traduce, tampoco, su tendencia a generar desempleo como “desigualdad”. No, se trata meramente de una de las peculiaridades del sistema. Peculiaridad que se ve agravada porque los inmigrantes quieren… trabajar. Todo ocurre como si los inmigrantes estuvieran entorpeciendo un sistema que, sin ellos, funcionaria mejor. Que hace ante el mismo panorama el hombre de izquierda? Señala que el problema está en el sistema, que el sistema genera desempleo, y que generar desempleo es generar desigualdad. Es decir: o hay que cambiar el sistema de libre mercado (ante su pavoroso costo social, ante su ahondamiento de las desigualdades) o hay que transformarlo en un sistema de libre mercado con inclusividad social, cosa que posiblemente sea un contrasentido. Y si lo es, el hombre de izquierda lo señalará… En: "La sangre derramada - ensayo sobre la violencia politica" - J.P. Feinmann El libro de Bobbio: "Derecha e izquierda, Razones y significados de una distincion politica" - Norberto Bobbio.

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