...estos son mis principios... si no le gusta, tengo otros...
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lunes, 30 de noviembre de 2009
La Inmortalidad
sábado, 28 de noviembre de 2009
Ciudades invisibles
En esta ola de recuerdos que refluye, la ciudad se embebe como una esponja y se dilata. Una descripción de Zaira como es hoy debería contener todo el pasado de Zaira. Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en los ángulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas, surcado a su vez cada segmento por raspaduras, muescas, incisiones, cañonazos.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Primer año...
Soy muy feliz de poder dedicar una parte importante de mi vida a contemplar, todos los lunes y jueves, aquellas miradas.
Gracias.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Ser y compromiso
Un texto de extrema belleza, mas allá de su contenido.
El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Este es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se llama la subjetividad, que se nos echa en cara bajo ese mismo nombre. Pero, ¿qué queremos decir con esto sino que el hombre tiene una dignidad mayor que la piedra o la mesa?
Porque queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que consciente de proyectarse hacia el porvenir. El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre será ante todo lo que haya proyectado ser. No lo que quiera ser. Porque lo que entendemos ordinariamente por querer es una decisión consciente, que para la mayoría de nosotros es posterior a que el hombre se haya hecho a sí mismo. Yo puedo querer adherirme a un partido, escribir un libro, casarme; todo esto no es más que la manifestación de una elección más original, mas espontanea de lo que se llama voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es. Así, el primer paso de existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es, y hacer recaer sobre él la responsabilidad total de su existencia. Y cuando decimos que el hombre es responsable de sí mismo, no queremos decir que el hombre es responsable de su estricta individualidad, sino que es responsable de todos los hombres…
Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también queremos decir con esto que al elegirse elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser. Elegir ser esto o aquello, es afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir el mal; lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos. Si por otra parte, la existencia precede a la esencia, y nosotros queremos existir al mismo tiempo que formamos nuestra imagen, esta imagen es valedera para todos y para nuestra época entera. Así, nuestra responsabilidad es mucho mayor de lo que podríamos suponer, porque compromete a toda la humanidad.
martes, 24 de noviembre de 2009
Iglesia y homosexualidad
"Esto constituye un signo de grave ligereza y sienta un serio antecedente legislativo para nuestro país y para toda Latinoamérica"
Es genial, si el máximo representante de la Iglesia Católica en la Argentina; cómplice en la desaparición de Jesuitas durante la última dictadura militar (Horacio Verbitsky - "El silencio"), habla en estos terminos, es que vamos bien...
Si este ser retrogrado e hipócrita, defensor de asesinos habla en contra de algo, significa que ese algo, para los que estamos en la vereda de frente: para las personas que queremos un mundo mas justo y mejor para todos, es el camino correcto.
La Iglesia Protestante en Suecia ofrece ya casamientos para parejas homosexuales.
Quizás esta reflexión no tenga mucho sentido: en un punto es redundante: sabemos de donde vienen estas palabras.
Pero por otro lado, existe, conozco personalmente, tantísima cantidad de personas relacionadas a la Iglesia Católica que no se dedican a hacer más que el bien... que obliga a pensar las cosas en toda su dimensión, evitando los peligrosos reduccionismos: si Bergoglio es un hijo de puta, no significa que todas las personas que procesen su fe o le crean, lo sean también.
Lamentablemente, la voz de la Iglesia es este ser repugnante que una vez más, siempre, demuestra cómo realmente no le interesa ni un poco la libertad de las personas.
BASTA DE HIPOCRESIA.
Monseñor Bergoglio: si continúan de este modo, me place profundamente decirles que ustedes tienen el tiempo demasiado contado... la gente ya no es tan boluda, hemos (duramente, lastimosamente, trágicamente) perdido la ingenuidad, y palabras como las suyas solo lo sumergen aún mas en vuestras soledades: cada vez menos gente les cree.
Cuánto me alegro.
martes, 17 de noviembre de 2009
domingo, 15 de noviembre de 2009
De Izquierda y derecha
viernes, 13 de noviembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
20 años de la caída del Muro de Berlín
Tuve la suerte de recorrer lo que fue, lo que dejó. De imaginar cómo fue, cómo fue dejando lo que dejó. Me gustaba pensar qué significaba ese muro.
No sólo intentar imaginar los días grises en la Berlín de la posmodernidad europea; punto de mayor tensión, lugar donde aquellos dos mundos occidentales se encontraban y disputaban La Verdad.
De este modo, es posible encontrar ya en la génesis de la Unión Soviética, su carácter cuasi dictatorial, donde realmente las libertades individuales eran sosegadas, fuertemente vigiladas.
Bajo este esquema que no es posible entender dentro de un marco de estado proteccionista, ya que fue mucho mas allá de eso; -Stalin con sus purgas asesinó más personas que los nazis-, es que se entiende a la Unión Soviética como una dictadura frente a la “democracia” occidental. Occidente inyecta dinero, modernización, posibilidad de viajes desde la fría Berlín al cálido Caribe, automóviles de lujo, Coca-Cola, “desarrollo”, “libertad”.
Lo cierto es que la caída del muro de Berlín es quizás el suceso histórico que más habrá marcado la vida de todas las personas que estemos leyendo esto. El fin de aquella bipolaridad instaura en el planeta tierra la hegemonía de un modelo. Un modelo que venía desarrollándose con mucha fuerza, sustentado en la inequidad y la condena de grandes sectores de la población a condiciones pésimas de vida: para que el capitalismo así como lo conocemos funcione, algunos tienen que pasar hambre, trabajar en pésimas condiciones, morir. Inglaterra como centro de Poder donde este sistema comienza a tomar forma, reemplazada en el mando en el Siglo XX por los Estados Unidos, aun hasta el día de hoy potencia hegemónica de este mundo.
- La era de las revoluciones. La era del capital. La era del imperio. Libros. Hobsbawm
- Das leben der anderen (la vida de los otros). Película.
- Goodbye Lenin!. Película.
lunes, 9 de noviembre de 2009
domingo, 8 de noviembre de 2009
Sobre la cuestión gay, política y periódicos
Es una energía que me mueve. Mueve mi vida, mi combustible. Misteriosamente (porque me interesa que así sea, o mejor dicho que así siga siendo: algo misterioso, porque sino indagaría mas al respecto, pero no me interesa, quiero permanecer intrigado, así me gusta), misteriosamente decía, pareciera que esta energía necesitara renovarse no sé si todos los días, pero generalmente como mucho, cada dos o tres días.
Esa energía que me mueve y que no es nada de lo que antes mencioné, como decía, necesita renovarse. Para renovarse, debe ser consumida y como haya dicho, sólo mediante dos acciones puedo consumirla. Generalmente sucede que la masturbación termina de consumir esta energía que me hace estar tan activo durante mis horas de despierto. Pero me interesa en esta oportunidad hablar de la otra acción, que reemplaza a la masturbación en el consumo de energía. Sí, pasa con bastante menor frecuencia, pero cuando sucede esta acción, difícilmente suceda la otra.
Escribir funciona en mí como una forma impresionante de terminar de consumir esa energía que necesita renovarse. Algún irrespetuoso pensará en este momento “ja, la famosa paja mental”. Bueno, quizás así sea, pero a mí me hace bien, muy bien, y también... ¿viene bien cada tanto darle un respiro a nuestro aparato sexual no…?
Sucede que escribir en vez de masturbarme suele repetirse en menos oportunidades; en principio por la mínima lucidez necesaria para esbozar líneas con cierto grado de sentido y además, porque deben aparecer estímulos interesantes que me generen ganas de ponerme a escribir algo, por ejemplo, a las 4 de la mañana.
Pienso en el concepto de paradigma como cosmovisión: cómo ve el hombre al mundo y como se ve el dentro de ese mundo. Los valores, los saberes y el universo simbólico de una sociedad encuentran su totalidad en el concepto de paradigma. Las revoluciones industriales –saber- hicieron al hombre moderno sentir una confianza gigante, absoluta, en su capacidad creadora; el hombre se sintió así el hacedor supremo del progreso social –valor- y dicha fe en sí mismo y en su poder de creación hicieron a la arquitectura moderna, al arte moderno, la literatura moderna. Ciencias, arte, saberes, haceres en fin, encuentran su sentido totalizador en el concepto de paradigma.
Sucede que así funcionan las cosas, así funciona el mundo, así funciona el hombre. Y de esto se trata… comprender, es darse cuenta de que una estructura de pensamiento no es sencilla y casual sino todo lo contrario: súper lógica y densa. De este modo, resultaría falaz entender los diferentes pensamientos de un hombre coherente como autónomos, dependiendo el caso en cuestión. El pensamiento de un Ser Humano lógico, coherente, encuentra quizás no siempre de manera acabada, pero al menos el intento, o las contradicciones conscientes de este proceso de intención, de lograr sentido mediante la totalización de las distintas ideas, que responden a una forma de ver el mundo, las cosas.
Bueno, este es un primer punto que se acerca al eje de este texto y es cuán fácil es detectar la falta de sustancia en ciertos discursos… porque, de nuevo, inclusive suponiendo como verdadera la forma de ver el mundo de estos señores feudales conservadores de las “buenas tradiciones” y las “mejores familias”, incurren en horrores que son pura insustancialidad, para sostener algo que saben es insostenible. Volveré pronto sobre esto.
Que sucedería con esta señora y sus palabras? Dos opciones, que también van acercando al centro de este texto: o sostiene lo que dice y automáticamente así condena a su hijo a la no aprobación de su realidad gay (basta de decir condición gay, como si fuera condicionante para algo ser gay. Si no digamos también condición heterosexual y listo). Decía, o le coarta a su hijo, al menos desde su lugar, la posibilidad de formar una familia como tanto puede el desear, sosteniendo sus infames y retrogradas, anacrónicas y escolásticas palabras, o se da cuenta de que el amor por su hijo es más fuerte y que solo desea verlo feliz: realizarse como persona en sus proyectos, y apoya su decisión y deseo de formar una familia con dos padres del mismo sexo.
En esta última posibilidad, y cada vez estamos más cerca del centro del texto, estaría resultando esta persona en una farsante, en una hipócrita. Sencillamente, porque actuaria de una manera diferente a lo que escribió y público en aquel abominable periódico, segundo en tirada de la Argentina, primero en antigüedad.
Incurriendo en contradicciones tan hondas como conscientes que hacen de su discurso una falacia vacía, vacía de sustancia, en caso de decidir mantener su postura ante la posibilidad de casamiento entre dos personas del mismo sexo, esta persona estaría condicionando en forma negativa a su hijo. Es decir, absolutamente consciente de su insustancialidad, estaría intentando sostener, perpetuar, cierto estado de las cosas. Es el primer rasgo que encuentro distintivo del pensamiento de derecha: la hipocresía de intentar sostener las cosas a pesar de darse cuenta de sus enormes problemas y vicios.
En el segundo caso, si esta persona se sincerara consigo misma ergo con su hijo, estaría, al escribir este tipo de notas editoriales, siendo funcional a una publicación para nada inocente, justamente todo lo opuesto, conservadora que intenta perpetuar el orden actual de las cosas. Esta persona resultaría también hipócrita en este caso, por hacer circular ideas en las que ella no cree.
Digo que Página/12, un diario si se quiere mas de izquierda, cuyo lema dice algo como “el diario que te hace pensar”, realmente tiene una propuesta que mas allá de la tendencia, intenta hacer al lector cuestionarse, reflexionar, pensar. No es casual que un diario como este apueste a un suplemento como SOY, y haga propagandas muy llamativas en su portal con un banner invitando a la marcha del orgullo gay.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Disco de la semana #3
Fuerza y muy buena onda desde el inconformismo!
Comprender las cosas
J.P. Feinmann en "La sangre derramada". 1998
lunes, 2 de noviembre de 2009
domingo, 1 de noviembre de 2009
Detener el Tiempo - Capitulo 1
Sin embargo había algo aun en su Ser que no terminaba de emanciparse de aquellas pautas o conductas que lo habían incomodado siempre según las cuales había sido educado y formado.
Recordó aquel pensamiento Sartreano que tanto admiraba por su claridad. “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Cuanta tela para cortar hay aquí! Cuanto para pensar! Bueno si, realmente le gustaba mucho pensar.
Esto que le sucedía ahora era, pensaba él, un rasgo que le hacía dar cuenta que aun no era Hombre. Hombre con mayúscula, hombre en todo el sentido de la palabra. Si, si contara a Sartre lo que me sucede en estos casos, el diría que no termino de ser un hombre, pensaba, quizás de un modo algo extremista.
Pero era interesante este pensamiento: se veía tan maduro, tan desarrollado, tan Hombre con mayúscula en tantos aspectos de su vida, se sentía tan exitoso en aquellos aspectos en los cuales ya era Hombre, que le incomodaba pensar que aun en otros, no lograba serlo.
Inquieto, fascinado, pensaba.
Este enunciado está dividido en dos partes, si se quiere, históricas y sucesivas. Si cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él, tenemos al hombre, y tenemos lo que hicieron de él, previamente.
Y es cierto, condiciona pero no determina. Una buena formación como persona condiciona a un proyecto de Hombre de una manera positiva si se quiere: si le han sido inculcados valores de respeto, conducta, honestidad, trabajo, humildad, sinceridad, compromiso, difícilmente una persona pueda resultar “de mala calidad”. Pero puede suceder.
Si es más probable, pensaba, en cambio, que alguien formado bajo la violencia constante y honda que genera la indiferencia, o bajo cualquier otro tipo de violencia con todo lo que esto acarrea; sin demostración de afecto, sin imposición de límites, sin demostración de ejemplos de vida, con valores tergiversados -el dinero ni todo lo que el compre no ocupara jamás el lugar de un padre o de una madre ausentes, para que tienen hijos si no están en sus cumpleaños o graduaciones-, pensaba.
Es más probable, quería decir que pensaba, que alguien así criado resulte lastimosamente, en una persona de no tan buena calidad. Pero en absoluto, y aquí viene el concepto de determinación, esto es algo directo y univoco: un hombre así formado, puede, por su naturaleza y con toda la fuerza que tenga en su cuerpo, romper con esta formación que tanto daño pudo haberle hecho, y con todo el esfuerzo convertirse en un Ser receptivo, abierto a intentar ser un Hombre de calidad, un Hombre hermoso y con mayúscula.
Notaba cuanto sufrían los hombres de esta tipología: sus ganas de Ser íntegros, completos, de brindar todo lo que no recibieron, todo lo que la vida no les dio, contrasta con ese enorme vacío que generaron en ellos, y eso es un dolor tremendo.
Conocía algunos casos, de ambos tipos de hombres.
La cuestión era, entonces, que es lo que le jodia, que era aquello que no lo dejaba terminar de ser Hombre?
Eran varias las situaciones que lo hacían sentir así pero más precisamente en este caso, pensaba en la Culpa.
Cada vez que le mencionaban dicha palabra preguntaba socarronamente que significaba aquello, ya que no creía, o decía no creer en eso. Nunca más, después de tanto tiempo que esa puta palabra lo había hecho sufrir tanto: odiarse, y odiar a aquellas personas que tanto, que todo le habían entregado para que el con su fuerza y capacidad natural, se hiciera Hombre de una vez.
Se hacia el desconcertado, se hacia el boludo. Pero sabía bien lo que significaba.
Que le daba culpa ahora? Haberle dicho a la madre en el día comercial de la madre que se quedaba en su casa para poder estudiar y no estar haciendo aquello para lo cual había dicho a la madre que faltaría a la reunión familiar.
Que sucedió? Que se despertó temprano, temprano para un domingo, a las diez de la mañana. Salió a dar unas vueltas, a tomar un poco de aire previo sentarse a estudiar para ese maldito examen que habría de rendir por segunda vez. Era una mañana primaveral exquisita. La gente en las veredas desayunando al sol, poco tráfico, esos días en los que uno piensa: y donde están todos los problemas que tiene vivir hacinados en esta ciudad?.
Camino mucho, cada cuadra que se alejaba era una excusa mas para no regresar a estudiar. Una mas… una mas… una mas… y encontró una librería abierta. Abierta aquella mañana exquisita de domingo. Había que estudiar, pero la mañana era más exquisita aun si entraba a aquella librería.
Y pensó que la vida era, por lo menos acercándose a los treinta años, o mas bien, que valía la pena, deteniendo el tiempo, y que esto no se lograba de otra forma que ni más ni menos, intentar disfrutar plenamente de cada pequeña cosa, cada pequeño momento, y decidió entrar.
Y como aquellas situaciones que a veces llamamos señales (me pregunto señales de que – nota del narrador) que hacen pensar a uno que ha tomado la correcta decisión, se encontró al entrar con el hombre mas hermoso que había visto en tiempo.
En aquella libreria, aquel domingo de primavera, estaba introduciendose en un mundo que no conocia ni imaginaba conocer, menos aun en una libreria un domingo por la mañana, cuando deberia haber estado estudiando, segun lo que habia dicho a su madre.