lunes, 6 de abril de 2009

Homosexualidad

Está bien sentirse o proclamarse “orgulloso” de una determinada “condición” sexual, sea cual fuere? Es el instinto sexual generador de liberación personal, o es la liberación personal un aspecto que encuentra su último y definitivo sentido en la sexualidad?

Denuncia

Pienso en la homosexualidad como una predisposición de origen orgánico: rechazo categóricamente las ideas de la homosexualidad como resultado de algún tipo de trastorno en la educación o duración de una persona: según esta visión psicológica –cualquiera sea la rama de la psicología que lo aborde- la atracción sexual entre personas del mismo sexo no deja de ser considerada como una patología. Así, el sentido de igualdad resulta un hecho de discurso solamente: existe una gran contradicción en alguien que considera a una persona gay como una persona más, pero piensa que en el fondo sufre una patología.
Según el diccionario de la Real Academia Española, una patología es un Conjunto de síntomas de una enfermedad.
Es notable la perversidad que acarrean este tipo de interpretaciones: cientos, miles de homosexuales –los que se plantean estas cosas, porque existe mucha gente que simplemente no suele preguntarse y cuestionarse lo que le pasa- y sus familias y amigos, se sienten (bien) asesorados por profesionales que en otras palabras les están diciendo: si, estás enfermo, pero todo bien eh… podes vivir una buena vida igual…
No! Protesto contra esto, definitivamente. Sobre todo a los defensores del psicoanálisis puro: queridos amigos de la UBA, queridos psicoanalistas, se están olvidando que Freud no hablaba del inconciente como una estructura aislada sino que sus teorías tenían en cuenta una componente orgánica fundamental, que resultaban complementarias en la formación de la psiquis de una persona… pequeño detalle… sin mencionar además el mas de un siglo que paso desde que Freud escribió sus teorías sobre la sexualidad. El mismo revisaba sus teorías y las cambiaba completamente durante su vida, como es que tomamos un camino tan opuesto a sus propias metodologías? Lo estudiamos pero de un forma retrógrada.
La aplicación directa de estas interpretaciones, y que conlleva una gran preocupación, es que son los profesionales, las universidades y sus programas, la intelectualidad como actor social, los que generan una gran parte del imaginario social: sus ideas deben, y de hecho lo hacen, aportar a esta idea de imaginario que es básicamente, como nos vemos, en que creemos, que pensamos, como ente colectivo; las creencias de las sociedades estructuran y definen decisiones y posturas: una cultura con una población tan importante de psicoanalistas freudianos lógicamente seguirá discriminando a los homosexuales, si se quiere y en términos freudianos ya que estamos, de manera inconciente, en el sentido de considerarlos sencillamente como personas enfermas.
Lo paradójico es que esta categorización del gay como ser patológico no ocurre solamente de las personas heterosexuales hacia las homosexuales: muchos homosexuales creen en esto y construyen sus ideas y relaciones referidas a su sexualidad con esa “noción” de trastorno de la infancia, rebeldía, espíritu trasgresor, ausencia del padre, sobreprotección de la madre… ridículo, triste. Y aunque esto no pese en su quehacer cotidiano y forma de vida, su profundidad no está serena: veo esto como un equilibrio inestable, un ridículo convencimiento sobre algo que uno no es, pero que eficazmente lo deja tranquilo. Terrible…
Pero no es la idea de esta exposición hacer una mera denuncia a la interpretación psicoanalítica del problema (la palabra problema significa asunto, tema, la connotación negativa que conlleva es un vicio del habla cotidiana, parecido a lo que ocurre, aunque hoy menos, con la palabra critica) de la homosexualidad.

No quiero dejar de hacer mención empero, en estas breves ideas acerca del estado actual de las cosas, a los imbéciles de siempre, personas que lucran con estos asuntos tan relativos a la esencia, a la existencia de las personas. Los hombres occidentales hemos perdido mucho como especie con el paso de los años: el respeto hacia nuestra esencia, la conexión con nuestra alma y lo que ella necesita para vivir en paz.
Hoy estos asuntos tan esenciales y profundos son objeto de redes comerciales y de negocios y esto no me genera menos que asco y repulsión.
Los centros para “recuperar”, “rehabilitar” a pacientes que “sufrieron” o “sufren” “trastornos referidos a la sexualidad”, o en otras palabras, lugares para curar a los putos, me repugnan. Me llena de lastima una persona que es enviada a ese tipo de lugares o que acude allí por sus propios medios: puede ser tan difícil hoy, en el siglo XXI, hacerse cargo de lo que uno siente? Tan difícil es darse cuenta que estos asuntos vienen desde un lugar ajeno a la lógica, a la razón, desde bien adentro, desde lo maravillosamente inmodificable e intocable, de nuestra unicidad como personas?
Denuncio a través de este medio, aunque no creo que lleguen a leerlo, a personas como el Dr. Cohen en Estados Unidos, cuyos textos son simplemente patéticos y sus institutos los imagino similares. Por dinero, nomas, se juega con la felicidad y la vida de muchas personas… En un mundo en serio, personas como usted deberían ir presas.
Padres que al ver tendencias afeminadas en sus hijos, intentan encontrar la forma de “enderezar el camino”. Digo, no sería mejor dejar a cada uno ser plenamente lo que es, lo que siente? No seriamos más felices todos?

Realidad y segregación

Quiero hablar del sentido de trasgresión que subyace aun hoy día al concepto de homosexualidad. En líneas generales existe cierta adrenalina en la persona gay que desea mostrarse como tal, exagerando y sobrepasando el punto de lo suficiente con la idea de provocar: miren gente, me gusta vestirme a lo femenino con pantalones que parecen calzas y hablar como una mujer! A lo que una persona cuyas ideas sobre la homosexualidad no son muy claras aun, (que por eso tiende a un cierto nivel de homofobia, recordemos el miedo a lo desconocido o a lo diferente) o alguien no muy familiarizado en el asunto responde con una mirada enjuiciadora. Pero claro! Por supuesto que si una persona es feliz vistiéndose así, hablando así, viviendo así, está en todo su derecho de hacerlo, que lindo poder vivir genuinamente, acorde a lo que uno siente… mi pregunta es si en todos los casos, este tipo de demostraciones son realmente sentidas, o necesarias.
Mi observación dice que alrededor de todo lo que es el mundo gay, existe hoy día una especie de exageración, de inflación en todos los aspectos: comerciales, sentimentales, sociales.
El tema aun no está insertado en la sociedad como algo mas, el mundo gay aun hoy es un mundo distinto, lleno de particularidades y potencialidades. Las potencialidades, sobre todo económicas, generan que ese mundo gay, esa oferta gay, crezca cada día más: películas y series gay, turismo gay, boliches gay, restaurantes gay, hoteles gay. Las particularidades: banderas gay, necesidad de aclaración en ciertos casos de la condición de gay, y sobre todo: las marchas del “orgullo” gay.
Y a este punto quería llegar, cuestión con la que comienza este escrito también: es correcto sentirse “orgulloso” de ser gay? No configura esto un dispositivo de auto-segregación? O acaso el resto de las personas hacen marchas del “orgullo heterosexual”?
No estoy a favor de estas marchas, en absoluto: concuerdo con varios de los pedidos y exigencias hacia nuestra dirigencia política, pero creo que no es el método: la marcha del orgullo gay tal como sucede hoy día, representa una puesta en escena de algo distinto: una especie de tipificación de la homosexualidad. No estoy diciendo que los asistentes sean solo personas que hacen alarde de esta condición como vengo comentando, pero pienso que el mensaje en muchas oportunidades se ve pervertido; el sentido del reclamo pasa a un segundo plano con la puesta en escena, hasta ridícula, de los manifestantes. Critico las formas, no me siento representado. El desarrollo socio-político necesario que la comunidad gay exhorta a las autoridades a trabajar al respecto definitivamente debe discutirse con la seriedad que esto acarrea, fuera de estos desfiles de prototipos de homosexuales, que terminan generando más segregación aun.
Es hasta grotesco decirlo de esta forma hoy en día, pero para que usted sepa señora ama de casa o señor jubilado: hay arquitectos gays, futbolistas gays, políticos gays, pilotos de aviones gays, jardineros gays, albañiles gays, médicos gays, policías gays, argentinos gays, españoles gays, altos gays, bajos gays, gordos gays, primos, sobrinos, cuñados, hijos gays. No existe un prototipo de gay, y es esencial comprender esto para lograr el fin de esta segregación que como digo, es generada también desde adentro.
Quizás para algún momento de la historia y para determinado estado de las cosas los gay pride fueron importantes y necesarios: hoy son obsoletos y perjudiciales.

Acción y reacción

Foucault, que era gay, fue una de las personas que mayor dedicación puso al estudio del Poder en las relaciones entre los hombres. Y aunque no voy a entrar en profundidad en el asunto del Poder en relación a la homosexualidad, por tener bajo mi criterio este tópico la potencialidad dual de por un lado resultar muy denso y extenso, pero por otro, configurar una simplificación absoluta del problema de la homosexualidad a lo largo de la historia como resultado de decisiones de poder, no quiero dejar de mencionarlo.
En referencia a esto y volviendo a las marchas del orgullo gay, asimilo esta manifestación como parte de un efecto acción-reacción. Con el fin de ejemplificar y simplificar también un poco estas ideas, tomo algo tan sencillo como un principio físico, exacto, e indiscutible:
La acción: cientos, mil y cientos de años de represión de la homosexualidad. Castigos, discriminación, culpa. Cientos de generaciones cargando con ese peso, esa angustia enorme.
La reacción: posterior a toda acción y previa al equilibrio, es de igual magnitud pero de sentido opuesto a la acción: las demostraciones y el tratamiento del tema gay son hoy por hoy tan fuertes, duras, directas, crudas y hasta explicitas como lo fueron durante siglos por ejemplo, la represión de la Iglesia o la condena social.
La innegable promiscuidad o la vida de sexo desenfrenado practicada por una gran parte de esta población tiene que ver con esto: series televisivas de gran contenido como Queer as Folk, introducen el mundo de la homosexualidad con una profundidad y sensibilidad muy interesantes, y a su vez presenta escenas de una explicites tremenda.

La promiscuidad es un problema si no es tomada con responsabilidad. En este sentido, lógicamente resulta esencial la educación sexual. Pero sobre esto quiero decir dos cosas esenciales para el no-gay: en primer lugar, no todo homosexual es promiscuo. Es urgente entender esto, y creo que se está comenzando a formar esta idea socialmente. El prototipo de gay como libertino, sexopata, promiscuo, es no más que uno de los prototipos de gay, como de personas heterosexuales existe también. En segundo lugar, en absoluto la promiscuidad es un problema gay: existen muchas personas heterosexuales igual o más promiscuas que muchas personas gay. Los riesgos son siempre los mismos y en este sentido quiero denunciar a todos los hospitales y centros médicos donde para donar sangre preguntan en el cuestionario previo si se ha tenido relaciones con un hombre. Lo considero un acto de discriminación absoluto: en primer lugar porque la sangre que uno dona es revisada y testeada antes de servir para una transfusión. En segundo lugar porque como dije, existe el mismo riesgo de tener HIV positivo en alguien gay o alguien heterosexual.
Y en última instancia, si soy una persona sana y quiero donar sangre a algún familiar, amigo, lo que sea, porque no voy a tener derecho a hacerlo? Solo porque me acuesto con otro hombre? Espero esto sea revisado pronto ya que es patético.

Lo pendiente

Lo que sucede en sociedades de pensamiento más avanzadas (esto último bajo parámetros de nuestra forma de pensar porteña) pienso que se encuentra en un estado de mayor desarrollo, aunque no logra alcanzar aun una posición lógica en cuanto a las necesidades de un homosexual como persona. La sensación reinante en los países europeos sobre el tema gay pareciera ser algo como que hagan lo que quieran con su vida. Pero esto pasa en Europa en todos los aspectos de las relaciones entre las personas: sociedades mucho más individualistas y egoístas que la nuestra, basan sus ideas de “igualdad” en esta idiosincrasia; pienso yo que mas importante que el sentido de igualdad es el sentido de individualidad, y es desde allí desde donde el resto de las relaciones se construyen. Aspecto positivo calculo, en el sentido de que se trata el tema con una naturalidad que es deseable.
Pero la caracterización del gay en Europa se deja ver en toda su cualidad al introducir un tema de discusión si se quiere más polémico, aunque personalmente considero que no tiene nada de polémico y es muy claro cuál debería ser el camino a seguirse.
Encuestas en Europa reflejan que a la hora del matrimonio gay, la sociedad en su mayoría está a favor, no presenta objeciones. En cambio a la hora de consultar acerca de la paternidad, no existe consenso y las inclinaciones son en su mayoría hacia la negatividad. Que podemos extraer de esto? Algo así como una idea de que hagan lo que quieran con su vida (matrimonio) pero cuidado con comprometer o afectar la vida de otra persona (paternidad).
Esto es un tema delicado, pero creo firmemente que no puede negarse la posibilidad de paternidad a una pareja homosexual.
En primer lugar, una persona gay tiene igual derecho de ser padre que una heterosexual. En segundo lugar, creo que una buena paternidad debe basarse en el afecto y la imposición de límites. Y me pregunto, cuál de estas dos cosas una pareja gay estaría incapacitada de ofrecer al educar a un niño?
Retomo aquí las concepciones retrogradas del psicoanálisis sobre la homosexualidad: de nuevo, si en el imaginario social está la idea de que las raíces de esta “patología” son de índole psíquico, esto se traduce en elaboraciones tales como “que puede pensar el niño al tener dos padres de un mismo sexo” o “necesita una imagen de cada sexo” o vulgaridades como “va a salir raro”, “va a sufrir mucho”….
Señores, quiero decirles que una pareja homosexual puede criar a un hijo de igual forma que una pareja heterosexual.
Cuantas personas han sido un fracaso rotundo como padres, dejando heridas y marcando para siempre la vida de sus hijos, justamente habiendo fallado en estos aspectos que recién mencionaba: límites y afecto. Conozco muchos casos, dejemos la hipocresía de lado por una vez…
Entiendo que la sociedad no está preparada aun, pero para todos los retrógrados que hoy día siguen pensando en contra de estos temas, quiero avisarles que es solo una cuestión de tiempo.
Sin intención alguna de ofensa, quiero aclarar que con retrógrados me refiero a las personas que ni siquiera se permiten o se plantean pensar en estas cosas, y se cierran y niegan estas realidades. Comprendo las dudas, las reservas sobre temas tan delicados, pero no puedo aceptar la imposibilidad de un planteamiento mínimo, o aunque sea una voluntad para ello, sobre estos asuntos que hacen a la vida de las personas, y que nos incumben a todos por igual.


Nihilismo

Me opongo absolutamente a los dogmas, ideas, preconceptos que pregonan la desigualdad entre los hombres y que pretenden establecer jerarquías, sean del tipo que fueren. Afortunadamente, y tal como lo haya predicho Nietzsche hace más de un siglo y medio, el nihilismo reinante por estas épocas significa un tambaleo de estas bases que tanto han sometido a millones de personas a lo largo de la historia.
Con los aspectos negativos que esto conlleva también, quiero subrayar que esta “explosión” gay que vivimos por estos años definitivamente se encuadra dentro de esta idea filosófica de nihilismo.
El nihilismo es una posición filosofica que argumenta que el mundo, y en especial la existencia humana no posee de manera objetiva ningún significado, propósito, verdad comprensible o valor esencial superior, por lo que no nos debemos a éstos. El nihilismo hace una negación a todo lo que predique una finalidad superior, objetiva o determinista de las cosas puesto que no tienen una explicación verificable; por tanto es contrario a la explicación dialectica de la historia. En cambio es favorable a la perspectiva de un devenir constante o concéntrico de la historia objetiva, sin ninguna finalidad superior o lineal. Es partidario de las ideas vitalistas y lúdicas, de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para dar paso a una vida con opciones abiertas de realización, una existencia que no gire en torno a cosas inexistentes.”
Quiero cerrar este breve ensayo con esta definición de nihilismo, y bajo este contexto, pensar que este tipo de reflexiones a esta altura de las circunstancias, persigue un fin informativo aunque subjetivo, pero sobre todo, pretende hacer pensar, reflexionar, acercarse a esta realidad, sobre todo para aquellas personas que se interrogan acerca del tema de la homosexualidad, o que tímidamente pretenden introducirse a este mundo, por algún u otro motivo.
No es que haya cada vez mas gays, es que cada vez mas afortunadamente, las personas se atreven a decir lo que les pasa y a vivir genuina, auténticamente, según sus necesidades biológicas que definitivamente son las que forman nuestra esencia, guiando nuestra existencia y dictándonos desde nuestra profundidad lo que necesitamos para estar plenos, esto por sobre toda pretensión intelectual.

Ser gay es simplemente, nada.

Buenos Aires, abril de 2009.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

que lindo lindo liiiiiiindo tener un amigo así!!!!!!! que suerte que tengo!!! :)
tolerancia+equilibrio= sería todo tanto más facil no? tan dificil!

E dijo...

La suerte es mia...

Anónimo dijo...

Realmente espectaculares tus palabras...
Sebastián.

Anónimo dijo...

bueno no se, es medio largo para hacer un comentario por aca lo q me gustaria decir, pero bueno. Por un lado yo creo q el tema de lahomosexualidad no es biolgico. yo creo,y es loq yo creo y no porque adscriba a ciera teoria psicologica que tiene que ver con la ausencia de una figura paterna( lo que no tiene q ver con una muerte del padre porque se peude hayar la figura paterna en otro lado, como ser el portero del horfanato). Esto, supongo yo, es asi en tods las culturas. Pero el tratamiento que se le de a esto, es netamente cultural. O sea el tener a la homosexualidad como algo positivo o negativo es relativo al marco cultural en que toma lugar. No sabia q eso decia el nihilismo.Conocia que eso lo decia la teoria queer y toy totalmenete de acuerdo. No enetndi por que dijiste q se contradice con la teoria dialectica. Pero me gusto con lo q concluiste, ser gay es nada y es eso.,,,pero porq todo es nada, es la cultura la que da forma y contruye. Con lo q dijiste de el exihibicionismo d el amarcha del orgullo gay toy totalmente de acuredo pero lo qe me parece el valor positivo de eso es poner el tema mas en discurso q si bien se habla mas por todas las sereies y temas comerciales q incluyeron al publico gay en sus ganancias, creo q falta...y q se hable mas del tema, ayuda. Aunque pienso q reproduce el estereotipo del homosexual que pregona nuestra sociedad.
Con lo que no acuerdo es con lo q pusiste de promiscuidad. No creo q tenga nada de malo vivir y expresar libremente loque a uno le guste sin reparos ni enmiendas.
Me gusto mucho lo q escribiste

E dijo...

Too much too much promiscuity
Can drive to insanity
Say too much too much insanity
Can drive criminality…

Say Oohooh set me free
Oohooh let me be….
Too much too much promiscuity
Can drive to calamity…

Too much too much hypocrisy
can drive to cademy
Too much too much morality
can drive to criminality…

Say Oohooh set me free
Oohooh let me be….
Too much too much hypocrisy
can drive to calamity…

Oohooh set me free
Oohooh let me be X3

Too much too much Wiliwili
can drive to big family
Too much too much morality
can drive to the flies and bee…

E dijo...

En cualquier momento, una profunda revision a las ideas expuestas en este breve ensayo; en esencia similares, pero tengo ganas de cuestionar algunas, y profundizar en otras.

Saludos