lunes, 15 de febrero de 2010

Vida de un artista

-Te lo juro. Creo que vi algo. No, no. No creo. Estoy seguro. Gertrude, vi algo! Ven, ven, acaso podrás creer lo que he visto! Apresúrate Gertrude!
-Pero Markus, que puede ser aquello que has visto y tanto te conmociona? Acaso puedes ver mas allá del espectro visible? O será que has descubierto un nuevo tipo de polilla boreal? Por favor Markus, estamos estudiando duro junto a tu hermano para poder ingresar en la Universidad. Nuestro anhelo de convertirnos en académicos esta a un paso. Y luego los juzgados… ah, Markus, estos nuevos tiempos ofrecen tantas oportunidades a personas como nosotros… es emocionante, como desearía que vuestro padre viviera para verlo… El que no pudo trascender su vida de campesino, el que no pudo conocer la Gran Ciudad… pero tu hermano y yo Markus, ah sí… tu hermano y yo tomaremos esa chance que estos tiempos nos dan y seremos exitosos en la Gran Ciudad. Viviremos allí, en los barrios elegantes. Alejados de esos suburbios grises donde se amontonan nuestros pobres compadres que deben migrar a la Ciudad, el lugar de las oportunidades, para poder trabajar y progresar. Y tu vendrás Markus, vendrás con nosotros y tendrás un lugar para ti y tu atril. No, más aun, Markus tendrás tu propio atelier: con ventanas al Norte, para tener luz y no sol –algo aprendí estos años conviviendo con un pintor has visto-, será en el último piso de la casa. Todo de madera, y ahí podrás vivir y tener tus oleos en las paredes, en el suelo, donde quieras. Claro que vendrás con nosotros Markus. Pero por favor ahora déjanos concentrarnos… Que es aquello que has visto?


Ni Lars -el hermano de Markus-, ni Gertrude pudieron entender que era aquello que el pintor tan apasionadamente trataba de hacerles ver.
Los días pasaron y Markus estaba cada vez mas ensimismado; apasionado con su descubrimiento, trabajaba arduamente, más de quince horas por día, en tratar de hacer visible para su familia aquello que estaba viendo y que sentía cada día mas, cambiaria la vida de todos.


-Pero cuanto puede cambiar la vida de todos lo que vea un pintor Lars? Que quieres que te diga, yo lo veo cada vez mas ermitaño, cada día lee mas. Cada día trabaja más… no se estará volviendo esquizofrénico no? O quizás es la culpa que siente por lo miserable de su existencia: solo, incomprendido, sin ingresos… no debe ser fácil para una persona de 26 años tener que ser mantenida por su hermano, vivir en la misma casa, no tener absolutamente ningún ingreso. Yo lo veo muy solitario, me preocupa…


-Te agradezco pero no deberías preocuparte. Yo creo que él es un genio. Y nosotros no podemos comprenderlo. Absorbidos por nuestra ambición, la cotidianeidad nos consume Gertrude… El está viendo algo y nosotros no solo no tenemos la capacidad innata que él tiene la suerte de tener, sino que además no creemos en él y aun mas, desmerecemos su esfuerzo: el trabaja tanto o más que nosotros. Hay un sentido de trascendencia en sus palabras Gertrude, préstale más atención cuando habla. Escucha sus palabras. Escucha lo que él quiere decirnos, no lo que tú quieres escuchar. El está viendo algo que siente que va a cambiar el mundo y nosotros nos reímos de él y pensamos que está loco. Quizás debiéramos apoyarlo. Estoy seguro que lograremos ver lo que él quiere ver.


Pero Markus no estaba tan aislado como su familia pensaba. Compartía aquella pasión profunda por su trabajo y el compromiso de vida por aquella trascendencia que sentía que tan afortunadamente le había tocado en suerte con un grupo de colegas: hondos amigos con los que discutía por largas horas sobre aquello que estaban viendo, y sobre todo, el cómo mostrarlo.
Fue entonces que Lars y Gertrude decidieron marcharse a la Gran Ciudad, y como les era imposible mantener dos hogares, Markus tuvo que cargar consigo sus oleos, pinceles, su atril y sus pocas pertenencias, y sufrir el desarraigo junto a ellos. Las cosas no fueron como Gertrude le había prometido: a Markus le tocaba comer, dormir, pintar, en la sala del pequeño apartamento que estaban rentando. Pero su ímpetu, su saberse con aquella misión hicieron que no sintiera ningún temor. Pensó que es de Grandes arreglarse con lo que tenia, y que no hacía falta recurso material alguno cuando el destino era tan certero y cuando para cambiar el mundo necesitaba nada más que de su cerebro, su atril, sus pinturas y sus manos. En ese orden.


Así fue como Markus decidió salir a pintar a las calles y así fue también como aquel fenómeno metropolitano al que tanto temían casi todas las personas que como ellos migraban desde el campo, le ofreció a Markus y a su grupo de colegas –nucleados ahora bajo el nombre de “comprometidos por la pura visibilidad” la oportunidad de cruzarse con una cantidad inusual de personas, entre ellos muchos artistas.
Así, el grupo encontró en la Ciudad a otros diferentes grupos de artistas con las mismas preocupaciones. “Los modernos”, “Los iluminados”, “ethos”, desde entonces comenzaron a organizar exposiciones, viajes itinerantes, jornadas de pintura al aire libre, con el fin común de entre todos, lograr hacer visible aquello que de algún modo u otro, como Markus, habían visto.

Dos siglos después, críticos de arquitectura y arte reconocen aquello que Markus y los suyos estaban comenzando a Ver como uno de los inicios de la Modernidad. Bajo este punto de vista, todo lo que vino en el universo de las artes tras los esforzados trabajos de Markus, inclusive lo que hoy podemos ver en museos, hasta caminando por las ciudades, existe como tal por los aportes de estos vanguardistas incomprendidos. Y es que el arte, y la arquitectura como arte, no son autónomos en absoluto: son meras expresiones de una cultura, en un determinado lugar, en un determinado momento. De los problemas, de las visiones, de los temores, del futuro, del pasado. Markus era un pionero en manifestar aquello que por esos tiempos la sociedad comenzaba a plantearse como problemas. El rol del artista como visionario, como el más sensible interprete de la realidad de una cultura, es aun hoy subestimado y si hubiese sido mejor comprendido, si Markus y los suyos hubieran sido mejor comprendidos, quizás, por dar un ejemplo nomas, las sociedades podrían haber evitado o al menos podrían haber sido mas conscientes de las catástrofes a las cuales se fueron auto conduciendo en las últimas décadas; así el rol del arte trasciende claramente sus propios límites para convertirse en uno de los más importantes valores de una sociedad.


Hoy las pinturas de Markus, que murió infectado de tuberculosis sin dinero para pagar el tratamiento, aquel visionario sensible cuyo sentido de trascendencia lo hizo vivir una vida plena mas allá de las carencias propias de su devenir en este mundo capitalista, aquel comprometido y apasionado artista que soñaba, como todo gran artista, con poder hacer algo por las personas, mostrándoles aquello que estaba viendo; son visitadas por multitudes de estúpidos burgueses-consume-todo tan típicos de estos tiempos, que pasados ya muchos años y cientos de interpretaciones sobre la obra de Markus, siguen aun sin poder ver aquello que el pintor estaba viendo. Pero visitar los museos es de culto y progresista, así que el alma de estos burgueses vacios se tranquiliza, se completa con el hecho de haber visto “un Markus original”.
Afortunadamente para la humanidad, hay otro tipo de almas: las almas de los Markus que se llenan tan solo, y nada mas y nada menos, que trabajando duro día a día, por sentirse comprometidos con una causa que los trasciende y da sentido pleno a su existencia: intentar hacer ver lo que los otros no pueden ver. Ni más ni menos.


*Adhiero plenamente a las Vanguardias que pregonaron por un “arte social y comprometido”. El arte por el arte no es arte. La arquitectura es un arte. Todo arte para dignarse de tal tiene que ser comprometido y luchar por una causa.
**Libro #1 recomendado: “Cartas a Theo” de Vincent Van gogh: el mas revolucionario y por lo tanto hermoso e influyente pintor.
***Libro#2 recomendado: “Sobre lo espiritual en el arte”- Wassilly Kandinsky
****Otro ejemplo impresionante y emocionante, aunque en otro nivel de compromiso en este caso entre Vida y arte es la maravillosa Frida Kahlo. Revolucionaria, hermosa y talentosa. Recomiendo mucho leer sobre su vida. Hay una muy buena película con Zalma Hayek.


“El arte no reproduce lo visible, sino que lo vuelve visible”. Paul Klee.

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