martes, 27 de abril de 2010

Yo y el Otro

"Vamos hacia nosotros volviendo de las cosas".
M. Heidegger.

lunes, 12 de abril de 2010

Sobre la esencia*

*Advertencia: este tipo de textos expresa esbozos de un sistema de pensamiento que en mi cabeza va tomando forma como tal con el crecimiento. Las ideas madre, las basicas son creo las rocas donde se sustenta mi pensar, sinceramente dudo en que puedan variar. Sin embargo, las interpretaciones y aplicaciones que en textos como este voy haciendo sobre diferentes puntos que hacen a esta totalizacion del pensar, acarrea la peligrosidad de estar diciendo algo que pueda o mejor dicho, que seguramente sea revisado en no mucho tiempo. Ante eso y en todos los textos de estas caracteristicas que ahora publique, hare esta advertencia.
En otras palabras, es un pensar escribiendo que comparto; pensar que no esta en absoluto cerrado; discurso que se va construyendo pero que por cuestiones logicas de edad y experiencia de vida, es aun fragmentario.

Esencia.

Que es esencia? Cuál es la esencia? Donde está la esencia? Esencia de la cosa o de las cosas? Es una? Es la misma? La esencia es solo en el Sujeto o existe una esencia del objeto? La esencia en el objeto la pone el Sujeto? Hay objeto que es sujeto alterándose su esencia?
Decía J.P. Sartre: Existencialismo es que la existencia precede a la esencia. Nada hay en el hombre que lo prefigure anteriormente a su existencia; su esencia es desde que nace, desde que existe.
No sé si adhiero. Coincido en lo que este postulado conlleva: si el hombre se hace existiendo, es central aquí la responsabilidad y el compromiso en las decisiones de un Ser que se define a cada instante. Pero sinceramente no creo que no haya nada que nos preceda. Existe para mí una esencia.
Sin embargo, creo que saber que es la esencia, o intentar respondernos alguna de las preguntas antes planteadas, nos llevara al fracaso –si fracasar es sinónimo de no encontrar soluciones. Estas son preguntas ontológicas, preguntas sobre el Ser. Preguntarse qué es esencia es preguntarse para que estamos en este mundo, que somos, para que somos, que es Dios, existe un Dios, un algo trascendente, etcétera.
La única certeza que tengo es que jamás tendremos una respuesta y creo que de eso se trata la vida también. O al menos estas preocupaciones: nunca lo sabremos, pero el preguntárnoslo nos hace muy bien: nos hace cuestionarnos, nos hace pensar. Y reflexionar, pensar, obliga a actuar mejor; o al menos con responsabilidad. Actuar bien o mal dependerá luego de diversos cuestionamientos o no que un hombre se haga, pero algo será seguro: será consciente de lo que está haciendo.
Y aquí viene entonces algo de mayor subjetividad aun –esto es claro está, todo subjetivo-. Soy de los que piensan que el hombre por esencia es bueno. Creo en las personas. Y creo que una persona que actúa a consciencia no puede por naturaleza actuar mal. De ahí, en mi sistema, la relevancia insoslayable del Pensamiento: según mi forma de entender al hombre, a mayor grado de pensamiento, más sincero es el entendimiento sobre uno, mayor conexión con el Ser, mayor dificultad para hacer el mal.
Pero volviendo al problema de la esencia. Yo creo que si hay una esencia que nos precede. Pero sucede que luego nacemos y nuestras especificidades biológicas comienzan a hacernos, únicos e irrepetibles, convirtiendo cada uno del modo que puede –estos son procesos absolutamente subconscientes e inalcanzables para el cerebro humano- aquellas esencias que nos precedieron en forma de presencias.
Nuestra esencia a su vez, continúa formándose en el devenir de la vida. Las cosas que vemos, que leemos, que pensamos. Las personas que nos rodean. Los que nos lastiman. Los que amamos. Los que odiamos. Vamos asimilando presencias a nuestra esencia que nos hace seres humanos. Lo fascinante es como este proceso se retroalimenta y recíprocamente: los demás nos hacen pero en la manera en que asimilamos su esencia. Y nuestra presencia se convierte en esencia para los demás que la asimilan para ser presencia ellos. Bajo este punto de vista, presencia no se refiere exclusivamente a lo físico sino a un Ser que es en otras palabras, acumulación, asimilación de esencias por parte de un organismo orgánico único y especifico.
Entramos como esencia a las otras personas pero como presencia. Es el cuerpo de cada uno de nosotros quien toma las presencias asimilándolas como esencias para ser esencia.
Así, mi abuelo por ejemplo, al morir dejo de ser presencia. Dejo de ser aquel ente físico que acumulaba esencias y formaba la suya en su especificidad. Lo que queda de él es su esencia. Su presencia fue asimilada por mi cuerpo, por el cuerpo de mi mama, de mi hermano, y de todas las personas que lo conocieron. Pero cada uno de nosotros asimila esta presencia de una manera diferente: la esencia de mi abuelo no es la misma para mi mama que para mí. Y de esta manera mi abuelo vive en mí. Yo soy, en una parte importante, mi abuelo. Como yo soy mi papa, soy mi hermana, soy mi profesor, soy mis amigos. A mi modo. Al modo que mi cuerpo asimila todas estas presencias.
Lo fascinante aquí es que de este modo podemos encontrar que las personas que nos precedieron desde hace dos mil, tres mil, cinco mil años, continúan vivas en la manera en que los seres humanos somos distintos al resto de las especies de este planeta: en esencia. No existe una esencia de las tortugas ni de las palmeras. Nosotros somos esencialmente, esencia.

sábado, 10 de abril de 2010

"Todos los perros van al cielo"

Es muy distinto tener ganas de no hacer nada, a no tener ganas de hacer nada.

Para alguien que necesita estar haciendo constantemente para vivir, no tener ganas de hacer es angustioso y hasta desesperante. Me pregunto si angustia y desesperación, o angustia y desesperanza generan no tener ganas de nada u ocurre de manera inversa. Quizás es todo parte de lo mismo.

Hay días en que la Vida duele y mucho.

Pero mas allá de estos días que hay que sobrellevar, y que seguro podemos porque así estamos hechos, queda lo otro, todo lo otro: todo aquello que hace que la vida sea tan hermosa. Todo aquello que hace que uno sea feliz, que se enamore de la vida.
El recuerdo. Y el crecer. El ser distinto. Una presencia física ya no existe como tal, pero se convierte automáticamente en Esencia. Todo se transforma; se extingue el cuerpo pero permanece para siempre el espíritu, en las almas de cada una de las personas que tienen la fortuna de que asi sea.
Eso es humanidad. Eso Es el hombre: Amor. El hombre con el hombre, el hombre con otra especie. Poder brindar amor incondicional, y recibirlo es ser Feliz.

Por haber podido compartir mi vida y brindarle todo el amor del que soy capaz, porque en mi vida será siempre El. El único, para siempre. Y por enseñarme nada mas que existiendo que estar vivo es un regalo, que la vida es lo más hermoso y valioso que un hombre puede tener, que la vida está llena de belleza y amor; por todo esto que Pandy significo como presencia y desde hoy significa como esencia, hasta que yo muera, en su nombre, hoy digo: VIVA LA VIDA!

lunes, 5 de abril de 2010

Florecer

Florece en el hombre la semilla que en el siempre hubo;
Ojos que no ven, corazones que no sienten,
Calzarse los lentes, ajustar la mirada, mirar la vida.

Ideas que se aúnan,
Pensamientos se estructuran,
Personas que dejan huellas.

Florece en el hombre la semilla que en el siempre hubo;
Como sigue esto? Hacia donde?
Calzarse las botas y andar caminos, manos a la obra.

Sentidos se comprenden,
Procesos se adivinan,
Conexiones que surgen.

El hombre es una flor,
Experiencia: Tiempo: Vida.
Sabiduría no es llegar. Sabiduría es construir.

Sabiduría del hombre hacia el hombre.
El hombre sin hombre no es hombre.
Florece en el hombre la semilla que en el siempre hubo.

domingo, 4 de abril de 2010

La uva y el vino

Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto: -La uva –le susurró- está hecha de vino.

Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

Eduardo Galeano - El libro de los abrazos.

jueves, 1 de abril de 2010

Y simplemente, de esto se trata…


Y mas alla de los jueces; los recursos de amparo; las vueltas; las humillaciones; la condena social; la tolerancia solo de palabra; las luchas de Poder; las nulidades; la “defensa” de “principios” vaya uno a saber por quien inventados; la derecha; la Iglesia…

De esto se trata.
Dos hombres de entre 50 y 60 años mirando aquel horizonte… compartiendo aquellas soledades: acaso no es eso el verdadero amor? El goce intenso de la soledad acompañada… el estar con uno mismo pero con el otro…

De esto se trata.
Y ningún defensor de los “principios de la buena familia” podrá jamás con sus objetivos mientras estos sean los de situarse por encima de los sentimientos de otra persona.
Uno piensa… que tanto puede importarle a una persona lo que la otra haga con su vida? Donde esta el problema en que dos hombres se casen obteniendo ante la ley los mismos derechos que una pareja heterosexual? Como, desde donde comprender a una persona que dedica su vida, su tiempo, su energía en intentar no dejar hacer o no dejar ser al otro?

Finalmente. De esto se trata.
Que ojala todas aquellas personas que se empeñan en seguir marginando ante la ley a quienes son diferentes a ellos puedan algún dia vivir el amor tan intenso y profundo que puede existir en una pareja homosexual: hay que amarse mucho a uno mismo primero, y amar mucho al otro luego, para hacerse cargo y luchar, todos los días de esta vida, ante un sistema en tantas cosas aun tan retrogrado, y especialmente ante los reaccionarios de siempre: aquellos que se empeñan en que las cosas sigan igual, en que la Democracia no madure, en que en serio ante la ley seamos todos iguales.

De esto se trata.

*Gracias Matu por esta impresionante imagen. Te quiero mucho!